La feria de San Isidro está a punto de comenzar y ahí va mi primer análisis de la feria, para la que dedicaré mis próximas publicaciones.
En primer lugar, decir que me parece una feria aceptable, de 7.
Me gustan bastante las ganaderías, aunque me hubiese gustado ver a Valdellán, Palha, Cuadri, Samuel Flores, Torrestrella (o por lo menos, si no tienen toros suficientes, en una concurso) y a Los Maños en novillada en feria y no en septiembre. Me sobran El Pilar y Juan Pedro. De llevar más ganaderías de Domecq, habría llevado a Antonio Bañuelos, que no ha vuelto incomprensiblemente tras su corridón en el verano de 2016.
En cuanto a los toreros, decir que me parece que repiten muchos toreros de segunda, tercera e incluso cuarta fila. Si contamos las corridas de Resurrección y Ramos, es increíble que toreros como el Cid a estas alturas estén anunciados tres tardes. Esto es aplicable también a Juan Bautista, Luque, David Mora… Y sin embargo, las figuras no apuestan: ni se anuncian con hierros exigentes, ni van 3 tardes, ni siquiera los que pensaba que sí que irían una tercera tarde como Talavante, que el año pasado vino cuatro, Ginés Marín (que estuvo 3 y fue triunfador) o Perera (Puerta Grande en Otoño). Solo van tres tardes Castella y Ureña (si le consideramos figura), ambos apoderados por Simón Casas. Eso sí, Castella tres tardes y las tres de Domecq. Ureña 3 encastes distintos.
Ponce, El Juli y Cayetano solo una tarde.
Me hubiese gustado ver a Paco Ureña con 6 toros, a Ferrera con los victorinos y otra tarde a Fortes. Me faltan toreros como Urdiales, Abellán (que cumple 20 años de alternativa) Sánchez Vara, Miguel de Pablo, Juan Leal, Borja Jiménez, Pablo Aguado, Alejandro Marcos, Posada de Maravillas, Cristian Escribano y Gonzalo Caballero (protagonista de la rajada de la gala, y en la que llevaba mucha razón). Al repetir tantos toreros, faltan jóvenes que sería interesante ver.
Por cierto, que no esté Carballo en las novilladas después del percance de hace dos años y el pedazo de concepto que tiene, es muy triste. Tampoco están Diego Carretero, Ángel Jiménez, García Navarrete… incomprensible.
Dicho todo esto, a quien más echo de menos en un San Isidro es a Iván Fandiño.
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