Que el toro más peligroso de la cabaña brava española lo tiene Moreno Silva creo que no es novedad. Lo llevamos viendo año tras año en Francia, y desde 2016, en Madrid. Aquel día, salió el toro más manso e inteligente que recuerdo. Y por supuesto, también el más peligroso. Condenado a banderillas negras, nadie olvida a Cazarrata… y en el envío de los «saltillos» de hoy, había otro Cazarrata que le cayó a Esaú.
Lo cierto es que sin ser un toro como aquel, también fue un manso de libro, muy encastado y peligroso, reservón, y que casi se le va a un apático Esaú Fernández a los corrales (dos avisos escuchó). La tarde para Esaú empezó mal desde el paseíllo, saliendo antes que sus compañeros y finalizando también mucho antes que ellos. ¡Qué poca torería, por favor!
Hay quien dice que merece la pena pagar la entrada solo por ver hacer el paseíllo a ciertos toreros. Será una exageración, pero de Esaú nadie lo dirá.
Además, en su primer toro, estuvo también con miedo y perfilero, optando por abreviar.
A Ritter le cayó el lote por el que apostaba el propio ganadero, pero fueron dos toros imposibles. Quizás los más mansos, pero también mantuvieron en todo momento el interés. El peligro era evidente y Ritter salió por su propio pie con el «cierraplaza» que no es poco. Previamente, había tragado muchísimo con el tercero. Hay que tener mucho valor para aguantar esas miradas asesinas de estos toros. Eso es el valor de verdad, y no el arrimón con un toro mortecino. De hecho, estos toros, vendieron muy cara su muerte. No abrieron la boca ni con la espada dentro, e incluso cuando iban ya a ser apuntillados se levantaban causando problemas a las cuadrillas.
Lo mejor de la tarde vino en el primer capítulo de la tarde. Octavio Chacón dio un recital de lidia de principio a fin. Lo sometió por abajo y lo lució en el caballo. Tres varas arrancándose desde muy lejos y empujando después. Este Saltillo sí que fue muy bravo. Le faltó ceñirse más a Chacón con la muleta para cortar la oreja. Bien el presidente al no darla. Eso sí, la vuelta al ruedo a Octavio fue más que justa, ya que aunque no se ciñó con el toro, le ligó bien las series y estuvo muy torero (¡igualito que Esaú!)… y cualquiera se ciñe con estas alimañas…
También se le dio la vuelta al ruedo al toro. Fue un buen toro, muy emocionante, pero quizás es excesiva la vuelta, ya que para mí han salido toros mejores en la feria como «Ombú» o «Licenciado» a los que no se les ha dado. Claro que era otro perfil distinto de toro, estos de más clase y, el de hoy, de casta y bravura.
Mucho mérito para Octavio Chacón también en el cuarto, donde volvió a demostrar que está acostumbrado a matar las ganadería más duras.
Vicente Ruiz dejó en este toro unos excelentes pares de banderillas asomándose al balcón a pesar de que el toro acortaba el viaje.
Me ha gustado mucho la corrida de hoy. Me gustaría ver a las figuras con este tipo de toros a ver qué hacían: no dudo que Ponce o El Juli, que entienden a casi todos los toros, los lidiarían perfectamente, pero hay que hacerlo, no decirlo. Del resto del escalafón tengo muchas dudas de que hubiesen estado mejor de lo que ha estado hoy Octavio e incluso de lo que ha sudado el colombiano Sebastián Ritter.
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