Era la primera corrida tras San Isidro, pero los toros de Fermín Bohórquez arruinaron todas las expectativas generadas en torno a esta tarde.
Fortes mostró su pureza y ganas en la medida de lo posible, que fue muy poca. Intentó realizar un quite por gaoneras con la pierna «alante», y un galleo por chicuelinas para llevar el toro al caballo, pero todo fue deslucido por la invalidez de los astados. Quizás porque en rejones funcionen mucho mejor, o quizás porque hayan tenido simplemente una mala tarde, pero los toros no permitieron nada, en uno de los mayores petardos de lo que va de temporada. Ninguno tuvo recorrido, y pocos tuvieron fuerzas. De hecho, hasta tres toros pudieron volver a los corrales, en especial, el primero.
Galdós dejó una buena serie con la mano derecha al tercero y Álvaro Lorenzo se estiró a la verónica (o al menos lo intentó).
Para poco más dió de sí la decepcionante tarde. Esperemos que los «montalvos» del próximo domingo embistan más y la tarde sea más entretenida, porque toreros también hay.
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