Sus toros son sinónimo de éxito. Todos los años, salta al ruedo de Las Ventas al menos un gran Alcurrucén. Este año fue “Licenciado”, pero la lista es larga, a lo que hay que sumar la gran regularidad en otras plazas como Valencia o Bilbao. En esta última, los aprovechó Urdiales para demandar su lugar en el toreo. Por ello, la entrevista a los ganaderos de Alcurrucén era obligatoria.
– Buenas tardes. ¿De cuántas reses se compone actualmente la ganadería de Alcurrucén?
Hoy en día, la ganadería está compuesta por 800 animales entre los tres hierros que tenemos.
– ¿Cómo se presenta la nueva temporada? ¿Con cuántas corridas contáis?
La nueva temporada se presenta con mucho trabajo, ilusión y responsabilidad. Este año quizá la camada tenga menos seriedad que en años anteriores, pero contamos con compromisos para ferias de primera categoría, además de comparecer en plazas de segunda y tercera. Los números oscilarán entre las trece y dieciséis corridas de toros.
– Imagino que dos de esas corridas irán a Madrid como viene siendo costumbre, aunque este año se habla de que regresaréis a Sevilla.
Madrid es la prioridad. Se reseñan los mejores toros de la camada, tanto por nota como por hechuras, para procurar sacar dos corridas de toros completas. Si las circunstancias lo permiten, la intención es ir dos tardes a Madrid como lleva siendo costumbre en estos últimos años. Aunque no hay que olvidar Bilbao, plaza en la que en los últimos años hemos conseguido éxitos muy importantes también. O Valencia, en la que esperamos reeditar el éxito cosechado la pasada temporada en Las Fallas. Todas las corridas son escogidas con esmero y con la ilusión de que ofrezcan un gran espectáculo. Acerca de Sevilla, de momento, no hay nada asegurado.
– Cuando vais dos tardes a Las Ventas, como decidís que toros van a cada corrida. ¿Lleváis los toros que consideráis que pueden tener más opciones a la tarde con cartel más rematado o los repartís?
Los toros que se reseñan para Madrid, de primeras tienen que tener la apariencia de un toro de Madrid, con la presencia (seriedad) que se exige. Partiendo de eso, procuramos atinar con las reatas adecuadas para completar en su totalidad las corridas y optar al mejor resultado posible. Dentro del reparto de los toros, al ir tan elegidos, realmente es una lotería. Para los dos carteles se trabaja para que salga lo mejor de cada animal.
– Sin embargo, vuestro mejor toro en Las Ventas del año pasado salió en el mano a mano del Juli y Ginés Marín, corrida a la que fuisteis solo con dos toros. También lidiasteis una buena corrida en Bilbao y en Valencia, con Economista, toro premiado como el mejor de Las Fallas. ¿De qué tarde salisteis más satisfechos? ¿Qué toro fue mejor, Licenciado que toreó El Juli en San Isidro, o Economista, que le tocó a David Mora en Fallas?
Como decía antes, la selección para Madrid es más rigurosa al ser la feria más importante del mundo, pero aún así, no sabes nunca lo que va a salir. En el caso del año pasado, lidiar un toro tan completo y tan bravo como fue “Licenciado” es todo un orgullo. La propia selección a la hora de reseñar a “Licenciado” para Madrid es por lo que merece la pena dedicar gran parte del trabajo en priorizar a Madrid. Si no se hubiera dedicado tanto trabajo a la hora de seleccionar, nunca hubiéramos visto esa faena histórica del Juli en Madrid.
En cuanto a Valencia, lo ideal es que salga una corrida de toros tan completa como fue esa, con unas líneas generales marcadas por la nobleza, clase, entrega y movilidad que nos ofrecieron los toros aquella tarde, y además, con un toro extraordinario que fue “Economista”.
Elegir entre una faena histórica y una tarde completa con un toro tan bueno es un dilema, pero si tenemos que hacerlo, Madrid es el escaparate de la tauromaquia mundial y, que dentro de ese marco salga un toro de las características de “Licenciado”, con esa transmisión, esa exigencia, esa nobleza… y junto a una figura del toreo como es El Juli, marca un antes y un después, es un caso único, donde los aficionados que lo vivieron se llevaron sensaciones excepcionales, y por ello, la gente habla de “Licenciado” un año después. La afición no se olvida de su nombre ni de aquella tarde que podemos considerar histórica. Gracias a toros como “Licenciado”, la fiesta sigue viva, así que preferimos muchos “licenciados”.
– Aunque si hablamos de grandes toros de Alcurrucén, podemos estar un buen rato. En todas las últimas «isidradas» se ha hablado de algún toro de vuestra ganadería. ¿Cuál os gustó más? “Jabatillo”, “Malagueño”, “Barberillo”, el “Licenciado” que lidió Juan del Álamo o el del Juli…
Elegir entre la excelencia es complicado. Estos toros que nombras son el fruto del trabajo bien hecho. Hoy en día, ser ganadero de reses bravas es un privilegio del que podemos vivir pocos por los tiempos que corren, pero cuando aparecen toros de la talla de “Jabatillo”, “Malagueño”, y los “licenciados”, no te cambias por nadie en el mundo. La lucha diaria es buscar la regularidad y la excelencia, y dentro de la excelencia están estos toros. Si se tiene que elegir entre estos que citas, “Jabatillo” (lidiado por Sebastián Castella en San Isidro 2015), fue el toro más exigente, rotundo, bravo y completo que se ha lidiado de Alcurrucén.
– Quizás alguno de estos fuese de vacas.
¡Los cinco fueron de vacas! Cada uno con sus matices y personalidad, pero los cuatro con características extraordinarias.
– Como vemos, algunos de esos toros los mataron las figuras pero otros muchos, no. Hay algunos toreros de renombre a los que no les cuesta apuntarse a la corrida de Alcurrucén a pesar de que no es Domecq, pero otros no salen del monoencaste a pesar de los éxitos que garantiza esta ganadería. ¿Habría que cuidar más la diversidad de encastes?
Somos fieles al encaste Núñez. Puede que a día de hoy, Alcurrucén sea la ganadería de Núñez más puntera y con más reses.
Esto se debe a los buenos resultados que desde los años noventa defiende la ganadería. Es más, se suele decir que detrás de una gran faena hay un Núñez detrás y, por ello, es un encaste fundamental en la actualidad. Además, la afición y los toreros la demandan. Es primordial la variedad de encastes.
– ¿Cómo es el toro qué se busca en vuestra casa, ese que raye la perfección?
El toro que se busca en esta casa es el que se entregue y obedezca a la muleta, el que transmita y tenga nobleza, clase y recorrido.
– ¿Qué te parece la idea del sorteo en San Isidro? Alcurrucén iría sin duda a las ganaderías del bombo «A».
El bombo es una alternativa interesante a la hora de confeccionar ferias de un calado menor, compuestas por tres o cuatro tardes.
San Isidro al final es una feria muy larga donde los carteles tienen que quedar rematados junto a las ganaderías que los compongan. Cada ganadería tiene su personalidad, y por ello, existen carteles acordes a ellas sin necesidad de hacer distinciones.
– Otro tema del que hay que hablar, es del afeitado. ¿Qué opinas al respecto?
La integridad es lo más importante. Somos defensores de la integridad de la fiesta empezando por el toro.
-Muchas gracias y que la próxima temporada sea, al menos, tan buena como las anteriores.
Un placer, gracias por vuestra afición y dedicación.