– Buenos días Hector. En primer lugar hay que preguntarte por la temporada en tu país. ¿Cómo está siendo esa temporada americana?
Una temporada sin mucha suerte, la verdad, pero en cuanto he podido, he toreado con verdad y con entrega. Pero no está siendo como yo la esperaba, debido a que no han embestido mucho las novilladas.
– ¿Hasta cuándo estarás en México?
Estaré hasta marzo. En marzo se dan muchas novilladas en mi tierra y, después, me iré a España.
– Cuando vuelvas imagino que lo harás con la mente puesta en Madrid. Con la cantidad de novilladas que se dan en Las Ventas, debes estar presente.
Mi sueño es volver a Madrid. En mi presentación no tuve apenas opciones. Mi mayor sueño es cuajar un toro en Las Ventas y, por qué no, salir a hombros.
– El año pasado ya tuviste la oportunidad de debutar en esta plaza en una novillada del Pilar. ¿Cómo fueron tus sensaciones en una tarde tan importante?
La recuerdo de forma muy especial, porque era mi presentación en Madrid. Disfruté mucho, pude torear bien con el capote y con la muleta aposté, pero no transmitía arriba. Me quedo con que me entregué al máximo.
– Esa novillada fue antes de la feria. ¿Hacer el paseíllo en pleno San Isidro es otro objetivo de cara al 2020?
Es lo que me encantaría, entrar en San Isidro. Es algo muy difícil, pero espero estar en el 2020. Creo que he dado motivos para estar y, ojalá, pueda cumplir ese sueño.
– En Madrid sale un novillo que es el toro de otras plazas, pero en Villaseca, por ejemplo, también. ¿Qué diferencias encontraste entre el Alfarero de Oro y otras novilladas que has lidiado esta temporada?
La responsabilidad. En Villaseca sale un toro muy grande, y sobre todo, que va el aficionado que le gusta el toreo bueno y la pureza. Además, está la tele, lo ve todo el mundo, y eso, lo hace ser un trampolín.
– En Villaseca de La Sagra te llevaste el premio a la mejor faena del serial. No fue mal el debut…
Fue la recompensa de lo entregado que estuve toda la tarde, y habiendo tantos novilleros punteros, haber hecho yo la mejor faena me llena de orgullo.
– Ese novillo fue de Cebada Gago. ¿Estás abierto en cuanto a la variedad en el elenco ganadero?
Sí, incluso he matado muchos encastes: Adolfo, Valdellán, Baltasar, Domecq, etc. Es bueno, da mucho oficio.
– ¿Cambia mucho el novillo mexicano y el español, o esa diferencia se nota más en los toros?
Sí, cambia mucho. El tamaño del español es un auténtico toro.
El español es más franco y más fácil de andar con él. El mexicano espera mucho y cuesta mucho porque no los ves del todo metidos.
– Tu toreo es muy «ureñista»… ¿Quiénes son tus referentes? ¿Cómo definirías tu concepto?
Mis máximos referentes son Curro Vázquez, Miguel Espinosa («Armillita»), Antoñete, Manzanares padre, Morante y Pepín Martín Vázquez. Busco lo clásico con pureza.
– Por último, hay que mirar al futuro. ¿La mente ya está puesta en una alternativa a final de la próxima temporada?
Sí, espero dar ese salto, hacer una temporada muy buena en España y tomar la alternativa con ambiente.
– Cuándo llegue ese alternativa, ¿qué valorarás más? ¿la plaza o los compañeros de cartel?
Ambas van de la mano. Creo que tanto plaza como cartel, definen el ambiente que lograste de novillero.
– Muchas gracias Héctor y suerte en esta temporada, que debe servirte para colocarte como novillero puntero y abanderar un concepto: el de la pureza.
Muchas gracias, un fuerte abrazo.
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