Andrés Raúl Roca – Rey Valdez nació el 21 de octubre de 1996 en Lima (Perú).
En el 2015 arrasa de novillero con caballos, abriendo la Puerta Grande Madrid y Bilbao y cortando dos orejas en Sevilla.
Llega con mucho ambiente a su alternativa, que la toma a final de esa temporada, el 19 de septiembre con Ponce como padrino de ceremonias y Juan Bautista de testigo.
La primera temporada de matador la inicia causando un gran impacto en su mano a mano con Talavante en Fallas, del que sale triunfador. Empieza así su idilio con esta plaza.
Poco después, el 13 de mayo de 2016 confirma la alternativa en Las Ventas, con Sebastián Castella de padrino y Alejandro Talavante de testigo. De nuevo, sale a hombros tras desorejar a un sobrero de Conde de Mayalde.
La rivalidad con Talavante (que venía desde el mano a mano de Valencia) se palpa en esta tarde y en la que tendría lugar dos días después en el mismo escenario.
En Pamplona se consagra ya como figura a pesar de no llevar ni una temporada como matador de toros, algo que hacía mucho tiempo que no sucedía.
Durante esa temporada de 2016 y las siguientes sigue cosechando triunfos en todas las plazas importantes: Madrid, Sevilla, Pamplona, Bilbao, Valencia…
Arrasa en el ruedo y en la taquilla. De hecho, a día de hoy es el torero que primero consigue colgar el cartel de «No hay billetes», después de José Tomás, que juega en otra liga.
Una lesión producida el 22 de mayo de 2019 en Madrid le rompe la temporada, la misma tarde que le corta las dos orejas al «cierraplaza» de Parladé.
Fue una pena, porque su temporada estaba siendo rotunda con el nuevo triunfo de Valencia (que ya es algo habitual) y sus dos orejas en Sevilla a un toro de Núñez del Cuvillo.
No obstante, aún puede seguir toreando en San Isidro, cuajando a un toro de Adolfo, pero tras su primera tarde en San Fermín se ve obligado a parar y, finalmente, a cortar la temporada.
Roca Rey es un torero que destaca por su valor y por su poderío. Torero de trazo largo y de someter a los toros con un mando inverosímil. Le vale un porcentaje altísimo de toros para el triunfo. Por algo es figura.
Al principio, lo que impactaba más de él era su valor, ya que recurría al toreo accesorio, como el cambiado por la espalda o la arrucina con frecuencia y, eso, ponía los pelos de punta al público.
Ahora, mide mucho más ese toreo completamentario, demostrando que verdaderamente sabe torear, algo que algunos nunca hemos dudado.
Sin embargo, aún teniendo un poderío envidiable, su toreo no me emociona como otros. Le falta algo de gracia toreando: ese arte, esa torería…
Particularmente, me gusta más el toreo vertical y elegante que este de mano tan baja, aunque cada toro tiene su lidia. Esa forma de torear de Roca Rey creo que brillaría aún más con albaserradas como se puedo ver el día de Adolfo.
¡Ojalá le empecemos a ver con estas ganaderías por decisión propia y no por el azar de un sorteo!
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