David Pérez Sánchez nació en Trigueros (Huelva) el 13 de septiembre de 1993.
Tomó la alternativa el 5 de agosto de 2016 en Huelva, de manos de José Tomás y en presencia de López Simón, con toros de Victoriano del Río.
Un año después sufre un grave percance en Toro (Zamora), que le ocasiona severas lesiones cervicales. Tras un año de lucha, reparece en su tierra onubense en 2018.
El 24 de mayo de 2019 confirma la alternativa en Las Ventas con toros de Juan Pedro Domecq. Le cortó dos orejas al sexto, de nombre «Despreciado», nombrado por Plaza 1 como el mejor de la feria.
Esa tarde compartió cartel con El Juli y Paco Ureña.
Sin embargo, no ha sabido, o no ha podido, sacar demasiada rentabilidad de esa Puerta Grande. Es cierto que ha entrado en algunas ferias, pero también se ha quedado fuera de muchas de las más importantes, como Pamplona.
Además, en Alicante cogió la sustitución de Pablo Aguado y se dejó un toro vivo tras escuchar los tres avisos.
David de Miranda merece el respeto del aficionado, porque ha superado con una gran resiliencia un problema que le pudo haber dejado en silla de ruedas.
Su toreo se basa en el valor, en quedarse muy quieto y en arriesgar, por ejemplo, en las bernardinas para finalizar la obra y conectar definitivamente con el público.
Sin embargo, me parece que si hay que recurrir a las bernardinas para transmitir, es porque, previamente, no se ha logrado del todo en el toreo fundamental.
Encuentro a David como un torero que da bastantes pases, pero ninguno de ellos queda para el recuerdo. Tiene tiempo para mejorar, puesto que ha toreado muy poco, aunque no es un torero que me ilusione especialmente.
Crítica taurina 
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