Una inoportuna tormenta veraniega dio al traste con la novillada más interesante del Circuito de Madrid organizado por la Fundación Toro de Lidia.
Borja Collado, Isaac Fonseca y Leandro Gutiérrez iban a lidiar la novillada en la que se enfrentaban las ganaderías de Guerrero y Carpintero (los tres primeros) y Baltasar Ibán (los tres últimos), pero solo pudo actuar el valenciano con el primer novillo.
Tras la ovación que le dio el público a los novilleros, que se la iban a jugar con piso de plaza ya resbaladizo de otra tromba de agua previa al festejo, Borja Collado se fue a recibir al castaño de Guerrero y Carpintero a portagayola. En otro alarde de valor se echó de nuevo de rodillas para pegar una larga cambiada. Ya con la verticalidad recuperada el novillo se le coló sin consecuencias. En el puyazo pareció lesionarse de la pata izquierda, algo lógico por los resbalones al frenar, pero se repuso el animal en el tercio de banderillas. Como siempre, Fernando Sánchez destacó en su par, siempre andando en torero. Por su parte, Fernando Arévalo fue empotrado contra un burladero, afortunadamente, sin consecuencias.
El novillo, mansito, cantó la gallina pronto. Collado trató de bajarle la mano para vencer al viento y ahí el de Guerrero y Carpintero se rajó al sentirse podido. A Borja no se le puede reprochar nada, ya que se había puesto hasta a torear al natural, algo que fue imposible porque la muleta era ingobernable. Volvió el diluvio y el de Valencia dejó algún natural y algún pase del desdén estimable antes de dejar una estocada en “el rinconcito de Ordóñez”.
Ahí acabó la tarde. Aún no sabemos si se reanudará o no.
Plaza de toros de Navas del Rey (tres cuartos del aforo permitido): un novillo de Guerrero y Carpintero bien presentado para un pueblo, pero rajado.
- Borja Collado (de fucsia y oro): oreja en el único que se lidió.
- Isaac Fonseca (de azul cielo y oro): inédito.
- Leandro Gutiérrez (de azul cielo y oro): inédito.