Hoy pensaba ir a Él Álamo a ver la seria corrida de Victorino, pero tras la polémica huelga de la UNPBE en Villaseca de la Sagra, no quedaba otra que ir a apoyar a este municipio toledano que tiene la mejor feria de novilladas de España: el Alfarero de Oro, que hoy comenzaba y que con El Fundi al frente, han tratado de sabotear.
Ante las presiones de los manifestantes (banderilleros y picadores), Manuel Diosleguarde y Alejandro Mora se rajaron como si fuesen dos toritos de Juan Pedro. Ganadería que, por cierto, aquí no verán. Ni verán pitones afeitados. Quizás, el problema para algunos sea el novillo de Villaseca y lo tapan con el dinero. Pero, ¿en todos los sitios van por los mínimos? ¿El túnel ya no existe? No digo que tengan que pasar por el aro. Ellos sabrán, pero seguro que este año en Arnedo cobran menos. Y en Calasparra o en Arganda del Rey, por poner ejemplos de ferias punteras de novilladas que ni siquiera se están dando por las circunstancias actuales derivadas de la pandemia. Ahí no se quejan. Ni de que apenas haya toros en Las Ventas, donde se daban un gran número de novilladas. Ahora que algunas plazas siguen con el cierre echado, Villaseca no solo mantiene su Alfarero, sino que este año lo aumenta en una tarde más con una novillada desafío de encastes interesantísima. Será el domingo 12 si es que la feria sigue adelante. Seguro que el alcalde Jesús Hijosa luchará por ello hasta el final. De ahí la emotiva ovación que el público le ha dado antes de que arrancase el paseíllo, con pancartas reivindicativas en las gradas en apoyo a Villaseca.
Otra buena ovación se llevaron los tres novilleros: Emilio Silvera (el único que no cedió a las presiones y se mantuvo en el cartel) y José Rojo y Miguel Zazo que, después de que esta misma mañana se echasen para atrás Diosleguarde y Mora, cogieron las sustituciones y, en especial, José Rojo la aprovechó. Hay ganas de volver a ver otra vez a este novillero que tan buena impresión ha causado hoy. Ya podían darle en todas las plazas los puestos de los dos cobardes.
La novillada de Cebada Gago, repito novillada (para nada exagerada) fue muy noble y le faltó ese picante que caracteriza a esta ganadería, pero se dejaron torear en líneas generales. A José Rojo le tocó el mejor toro del envío de Medina Sidonia. Fue el segundo novillo de la tarde, al que se le premió con una exageradísima vuelta al ruedo, por la que el presidente escuchó palmas de tango. El cebaíta tomó dos varas, haciendo una buena pelea con un pitón. Se sujetó muy bien el picador, por lo que fue fuertemente ovacionado, a pesar de que picó algo trasero. José Rojo empezó por bajo, rodilla en tierra. Después, toreó muy asentado y encajado de riñones, sobre todo, con la mano derecha. Cerró por manoletinas antes de tirarse con todo a matar y ser feamente cogido durante numerosos segundos. Tras la paliza tuvo que descabellar, pero acertó a la primera y cortó una oreja de peso.
Otra de más peso aún cortó al quinto. Aunque con el capote tiene mucho que mejorar, con la muleta estuvo muy templado y llevó largo al de Cebada por ambos pitones, dando con la derecha, al menos, cuatro series rematadas con el pase de pecho. Con la pierna adelantada y el cuerpo vertical, a veces más desmayado, conectó con los tendidos antes de tirarse a matar de nuevo con toda la verdad.

Miguel Zazo tuvo el peor lote, aunque con opciones. Su primero era un novillo poco cuajado para Villaseca, que tuvo poca fuerza y se rajó. Zazo, para evitar que esto pasase, le dejó la muleta puesta empalmando los muletazos haciendo la noria. Con el toro en tablas se pegó el arrimón con circulares y, después, luquesinas. Se pasó de faena y el presidente hizo bien en no conceder la oreja. A destacar los grandes pares de banderillas de José Otero. El segundo, casi de dentro a fuera y cuadrando en la cara del novillo, fue sublime. Casi no necesitó ayuda de las cuadrillas, como si fuese un torero-banderillero. El público se puso en pie.
Quedó claro que Zazo se siente más a gusto con la derecha (como casi todos). El sexto iba mucho mejor por el izquierdo, pero tardó en verlo. La faena no cogió vuelo hasta las bernardinas finales. Falló con los aceros.
A Emilio Silvera se le puede reprochar poco tras aguantar en el cartel, pero sus faenas no pasaron de la corrección y, a veces, estuvo muy al hilo del pitón. Quizás en otras manos se podría haber sacado más jugo de sus novillos. Además, mató muy mal al cuarto.

Plaza de toros de Villaseca de la Sagra (lleno el aforo permitido): novillos de Cebada Gago, bien presentados, pero sin estridencias, bajando el tercero. Fueron nobles y toreables. El segundo, “Musiquito”, número 24, fue premiado con la vuelta al ruedo.
- Emilio Silvera (de azul cielo y oro): palmas tras aviso y silencio.
- José Rojo (de corinto y oro): oreja en ambos.
- Miguel Zazo (de gris plomo y oro): vuelta al ruedo tras petición de oreja y silencio tras dos avisos.
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