Otra nocturna deslucidísima, similar a la del jueves pasado. Novillos sin fuerzas ni recorrido, imposibles para torear en condiciones.
Si hay algo que destacar es la actuación de Curro Javier, tanto con los garapullos como en la brega. Colocó un par de banderillas arriesgadísimo, asomándose totalmente al balcón, por el que saludó una ovación. La otra ovación de la tarde se la llevó también él por la excelente lidia que le recetó al peligroso sexto. Fue este el único novillo negro del sexteto y provocó el caos. Las banderillas las tuvieron que poner al relance y Javier Montalvo a punto estuvo de ser cogido. Le tocó a Villita, que optó por abreviar, algo que el respetable le agradeció. Sin embargo, estuvo fatal con la espada.

El madrileño se estiró a la verónica con el jabonero sucio que fue lidiado en tercer lugar. A pesar de que trató de torear con pureza, citando de frente, todo quedó en las buenas intenciones por la condición del animal.

Quizás, el que mejor estuvo fue Jesús Ángel Olivas y, puesto que el nivel está siendo tan bajo (nada que ver con el 2019 cuando descubrimos a Tomás Rufo) en estas novilladas, la nocturna de hoy le puede servir para entrar en final del día 4.
Bajó la mano al segundo todo lo que el animal le permitió, pero sin forzar la figura, tirando del jabonero, al que se había protestado de salida por su escaso trapío.

Más se protestó al quinto, pero no por su presentación, sino por su falta de fuerzas. Algo curioso, ya que en el caballo sí se empleó y derribó. En el segundo puyazo, el picador se vengó y le dio con saña. Probablemente, por haberle dado tanto (o quizás por alguna lesión que se produjese en ese momento) el toro se mostró luego reservón y ya sin fuerzas.
Poco hay que destacar en este capítulo, salvo que Olivas decidió salir a saludar una ovación por su propia cuenta y se llevó una buena bronca de un sector de la plaza.

Prácticamente inédito quedó Javier Montalvo, al que se le vio verde para venir a Madrid. Quedó la sensación de que puede dar gracias de que la novillada no sirviese nada, pues así ni sumó ni restó, mientras que si le hubiese salido un novillo bueno quizás habría restado, ya que, probablemente, se le habría ido. Pero eso no son más que especulaciones que surgen pensando si hubiese habido novillos. Hoy no hubo. Petardo de Aurelio Hernando.

Plaza de toros de Las Ventas (un tercio de plaza): novillos de Aurelio Hernando, todos jaboneros menos el último. Reservones y sin fuerza. Muy parados.
– Javier Montalvo (de púrpura y oro): silencio tras aviso en ambos.
– Jesús Ángel Olivas (de grana y oro): silencio tras aviso y ovación con división de opiniones.
– Villita: silencio en su lote.
*Se desmonteró Curro Javier tras parear al tercero.

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