Diego Ventura es el número uno indiscutible del rejoneo desde hace muchos años. Hoy desplegó todo su repertorio en Navalcarnero, cortándole el rabo al cuarto de la tarde.
Con Bronce logró altísimas cotas, con el caballo mirando al toro cara a cara a centímetros. Hasta le acabó soltando algún mordisco. Hubo un desplante con el caballo rodilla en tierra de muchísima exposición porque estaba al lado del toro. Diego, arrebatado, le quitó la cabezada. El caballo hincó de nuevo la rodilla antes de ponerle la banderilla y provocar el delirio colectivo. No faltó otra muestra de doma cuando retiró al caballo andando hacia atrás hasta meterlo por la puerta. Con Fabuloso puso pares sensacionales al quiebro, uno de ellos andando hacia atrás. Sacó a Guadiana y le clavó tres cortas casi sin que el toro se enterase. ¡Qué facilidad! Remató con un rejonazo de efecto fulminante y cortó las dos orejas y el rabo.

No cortó nada en el abreplaza porque pinchó en reiteradas ocasiones. La faena discurrió sin luz, ya que se fue en esta plaza cubierta. Lo mejor, sin duda, lo hizo a lomos de Nazarí con el rejoneo a dos pistas llevando al de Sánchez y Sánchez cosido. Hubo alguna batida espectacular pegado a tablas. Tampoco faltaron las piruetas con Nómada.

Al reclamo de Morante se llenó Navalcarnero con precios muy populares. Ojalá hubiese estos precios en más plazas. No obstante, eso no debe repercutir de forma tan exagerada en la presencia de los toros que se lidiaron. El primero del de La Puebla fue muy protestado de salida, pues parecía un novillote agalgado. A pesar de las buenas verónicas de Morante (sobre todo en el quite), el toro no transmitía nada. Hubo algunos muletazos destacables de José Antonio por ambos pitones en una faena correcta que nunca rompió por la falta de oponente.

Recibió al colorado quinto con una mano con el capote. A la antigua. Después estuvo muy bien en el quite por chicuelinas, siempre tan personales. Se le veía con ganas, a pesar de que alguno la tomó con él por la presencia de los toros. No llegó al nivel de incomprensión de ayer en Dax, pero alguno le midió como si estuviese en Las Ventas y no captó todo lo bueno que hizo Morante. Bonito inicio de faena por bajo, con trincherazos y pases de la firma. Ligó las series por el pitón derecho con mucha hondura y profundidad, en muletazos largos. Los de pecho siempre fueron a pies juntos, muy toreros. Sin embargo, por el izquierdo el toro iba mucho peor y ahí la faena bajó. Recuperó el nivel cuando volvió rápidamente a la derecha, aunque el toro cada vez se entregaba menos. Por ello, Morante de La Puebla tiró de recursos artísticos, como varios molinetes invertidos y una serie de molinetes rodilla en tierra. Tras dejar una estocada corta tuvo que volver a entrar a matar, lo que no impidió que cortase la oreja.

Isaac Fonseca quiere ser figura del toreo y, como ya he dicho en muchas ocasiones, muy probablemente lo sea, aunque en esto nunca se sabe. Recibió al tercero (que parecía de los de rejones) con dos largas cambiadas de rodillas. No dejó pasar la oportunidad de realizar el quite (por chicuelinas) y empezó su faena de muleta con un cambiado de rodillas en los medios de infarto. Ligó bien los pases y se lo volvió a pasar por la espalda, primero con otro cambiado y después con la arrucina sin hueco alguno. Se le vio cogido. Después realizó unas manoletinas sin la espada cambiando el viaje del animal. Se tiró a matar o morir y dejó un espadazo perdiendo la muleta. Cortó dos orejas con petición de rabo.

La oreja del sexto se la regalaron. El del Pilar no transmitía nada y Fonseca estuvo aseado y sin querer dejarse nada dentro, pero sin lograr conectar con los tendidos. Necesita un toro con chispa. No dejó pasar la oportunidad que supone torear con Morante y abandonó la plaza a hombros junto a Diego antes de que soltasen al ruedo las vaquillas de la posterior capea.

Plaza de toros Félix Colomo de Navalcarnero (lleno de “No hay billetes”): toros de Sánchez y Sánchez para rejones, pequeños y colaboradores, y de El Pilar para la lidia a pie, anovillados y sospechosos de pitones (sobre todo el tercero, segundo de El Pilar): impresentables. Fue bueno el tercero, sosos segundo y sexto y algo menos el quinto, noble.
- Diego Ventura (chaquetilla azul marina): ovación y dos orejas y rabo.
- Morante de La Puebla (de teja y oro): ovación con protestas y oreja.
- Isaac Fonseca (de verde hoja y oro): dos orejas con petición de rabo y oreja.

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