ROCA Y RUFO A HOMBROS. EL JULI PITADO. ¿CAMBIO DE CICLO?

La terna de hoy en Guadalajara bien podría ser la de los triunfadores de la temporada, sin olvidarnos de Daniel Luque, por supuesto.
Sin embargo, ya hace tiempo que Juli empieza mejor que acaba las temporadas, quizás fruto del desgaste, aunque también hay que decir que no está teniendo demasiada suerte con los toros últimamente. Hoy tuvo un lote sin opciones, por lo que los pitos solo se pueden entender por su horrible forma de matar.

El primero fue el toro más ofensivo de pitones, pero fue un manso de libro sin ninguna fijeza. Solo buscaba las tablas. Parecía de los malos de Atanasio. El madrileño tuvo que abreviar con él y el público, en su mayoría, lo comprendió.
El cuarto fue un castaño muy pobre de cara (por algo se enlotó con el primero). Fue un montalvo descastado y soso y Julián tampoco pudo transmitir nada, dando muletazos siempre de uno en uno y con el mando a distancia. Muy lineal. Tampoco se excedió en la faena de forma acertada. Lo que no se le puede permitir es el julipié que dio, traserísimo, y que fue un bajonazo. De ahí los pitos, que se repitieron cuando El Juli abandonó la plaza con cara de pocos amigos. Sin embargo, la plaza no se pronunció tras arrastrar al toro que es cuando se debe juzgar al torero. Estaban pendientes de las charangas.

El público a quien esperaba (como en casi todas las plazas) era a Roca Rey. Por eso le cantaron todo lo que hizo y le regalaron las dos orejas de su primero, otro toro mal presentado.

¿Qué hizo el peruano para cortar las dos orejas? Pues realizó un buen quite por caleserinas y un arriesgado inicio de rodillas por lo que cerca que se lo pasó. Pero, ojo, que fueron todos por arriba. No se piensen que se puso a torear de rodillas en redondo, que no es Talavante. Aunque cuando quiere puede torear de verdad también de rodillas, porque de valor anda sobrado, pero normalmente prefiere recurrir a los efectismos. Y así fue cuando más conectó con los tendidos: con los circulares y el arrimón final, si bien es cierto que no se excedió en él. Sigo sin explicarme cómo cortó dos orejas habiendo hecho un toreo fundamental desplazando la embestida del de Montalvo hacia fuera. Pero, en fin, esto es el día a día de Roca Rey: torear poco, arriesgarse bastante y desorejar a los toros. Con la espada no falla.

Mayor mérito tuvo la faena al complicado quinto, al menos de cara al aficionado. El toro ya le avisó al torear de capa de su tendencia a colarse por el izquierdo. Roca empezó por arriba apoyado en tablas para salirse hacia las rayas con un buen trincherazo.

La faena tuvo ligazón en las primeras series con la derecha, pero cuando cogió la izquierda fue desarmado. Él mismo pidió a la música que siguiese tocando, pero el burel le tocó la muleta en numerosas ocasiones. De nuevo se le volvió a colar otras dos veces. Hay que reconocer el afán de Roca por sacarle una serie al natural cuando otro habría desistido. Volvió a la derecha para torear en redondo (sin que se recuerde un pase de esas series) y estuvo decidido con la espada. Bien el presidente aguantando la ligera petición de la segunda oreja.
La noticia fue que no dio ningún cambiado por la espalda ni hizo bernardinas.

Tenía muchas ganas de ver a Tomás Rufo y a Roca Rey en el mismo cartel porque están llamados a mandar en esto, espero que junto a Fonseca y alguno nuevo que vaya saliendo, como Marco Pérez.
El de Pepino se mostró demasiado académico con el tercero. Este torero tiene «demasiada técnica» para el tiempo que lleva y resulta frío cuando no se ciñe. Se nota que entrena con El Juli. Lo que sí tiene es ligazón y saca pases a todos los toros. Por eso cortó esta orejita de poco peso. Me quedo con los delantales de su saludo capotero.

La faena de la tarde fue la de Rufo al buen sexto, un toro repetidor y con prontitud. Tomás lo toreó con la ligazón que acostumbra, pero con más temple. Mucho más temple. Y más suavidad también, especialmente al natural, toreando con la yema de los dedos y los vuelos de la muleta. Volvió a la mano derecha para torear hundido, dando una serie desmayado de hombros. Muy vertical. Hizo con el toro lo que quiso en los remates: molinetes, cambios de mano… y algún remate por bajo muy torero, marca de la casa. Este Rufo que salió en el sexto toro es el que queremos ver, no el despegado y mecánico.

A hombros se fueron los jóvenes Andrés Roca Rey y Tomás Rufo. El Juli mosqueado tras no poder hacer nada. ¿Hay un cambio de ciclo? Es evidentemente que se está produciendo ya desde hace un tiempo, pero tampoco hay que caer en la demagogia. El Juli no está acabado y así se ha visto este año en Sevilla y Madrid, donde ha estado como nunca. Lo que sí tengo claro es que a Julián hay que verlo en las plazas de mayor importancia donde se alivia menos y a ser posible a comienzos de temporada, que ya le empiezan a pesar los veranos taurinos.
Ahora bien, el Rey en la taquilla es Roca (José Tomás aparte). Hace años que dejó de ser El Juli.


Plaza de toros de Guadalajara (más de tres cuartos de plaza): toros de Montalvo muy desiguales de hechuras y de juego. Manso y malo el lote del Juli, especialmente el primero. El quinto fue complicado por el izquierdo. Destacó el cierraplaza, bravo, noble y con repetición.

El Juli (de azul marino y oro): silencio y silencio con algún pito.
Roca Rey (de tabaco y oro): dos orejas y oreja tras petición de la segunda.
Tomás Rufo (de sangre de toro y oro): oreja y dos orejas.

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