Cerró la feria de Valdemorillo una buena novillada de Conde de Mayalde, ganadería que atraviesa un momento excelente. Es, sin duda, una de las mejores de la actualidad. García Pulido salió a hombros tras desorejar (de forma excesiva) al mejor novillo de la tarde. Sin embargo, el lote se lo llevó Víctor Hernández. Tanto Víctor como Sergio Rodríguez perdieron la Puerta Grande con la espada.

“Herbolario” fue el primer novillo de Mayalde. Serio. Víctor Hernández lo recibió con dos faroles de rodillas. También quitó después por tafalleras. Variedad no le faltó. Empezó la faena de muleta con cambiados por la espalda y, a partir de la siguiente tanda, se puso a ligar los derechazos en redondo. Por el izquierdo se ciñó más. Víctor Hernández sabe torear de verdad, aunque en ocasiones se pierde en los recursos. Hoy le pasó en ambos. En este primero acabó por angustiosas bernadinas, sufriendo algún susto que no fue a mayores. Creó tensión en el público, mas marró con la espada.

Sí pudo cortarle una oreja al cuarto, otro buen novillo. Empezó su faena de muleta de rodillas, tal y como la terminaría. Entre medias hubo buen toreo por ambos pitones y un arrimón que parecía el final, toreando por circulares y en ochos. Sin embargo, como decía, decidió echarse de nuevo de hinojos para cerrar por manoletinas. Bastó con media estocada para cortar la oreja.

El mejor novillo de la tarde fue el quinto, un sardo que salió con ímpetu. Mismo ímpetu con el que se arrancó al caballo. Empujó con los cuartos traseros y el picador lo cogió en el sitio. Gran puyazo. García Pulido vio que el animal tenía mucha movilidad y era bravo, por lo que lo citó en los medios de rodillas, dejando una serie notable. En la faena destacó también una serie de naturales, aunque se basó mucho en lo accesorio, como el arrimón final. El novillo pedía más toreo. Se le dieron dos generosas orejas tras matar recibiendo y se pidió con insistencia la vuelta al ruedo al novillo. El presidente no la concedió, por lo que fue abroncado.
El segundo del festejo fue un novillo con trapío. Tenía más longitud de pitones que muchos de los toros de los vistos estos dos días anteriores. Fue un ejemplar muy complejo. Encastado. Y ya sabemos que la casta siempre da lugar a complicaciones. El novillo soltaba miraditas, se revolvía pronto… sabía lo que se dejaba atrás, en definitiva. García Pulido no dudó en ningún momento y estuvo muy firme. Cortó la primera oreja de la novillada.

Sergio Rodríguez mostró de nuevo su gran concepto del toreo. No obstante, como le suele pasar, no cuajó a los novillos. Aún tiene mucho margen de mejora y, cuando consiga que sus faenas no tengan altibajos, va a ser un gran torero.
Se sacó a los medios al tercero a la verónica. Después, galleó por chicuelinas para dejarlo en el caballo. Anduvo muy torero en su forma de entrar y salir de la cara del todo, como en una larga cordobesa. Arrancó la faena de muleta de rodillas en las rayas y dejó muletazos de verdad. Profundos. Ya de pie pegó una gran serie con la derecha, con muletazos muy hondos. En su línea habitual, se encajó mucho de riñones y citó con los vuelos, sin toques de muleta. Todo muy puro. Cerró por manoletinas y cobró una gran estocada muy efectiva. Cortó así la oreja.

No se la cortó al burraco sexto por la espada. Fue este un toro menos emocionante que el resto. Más sosote y más manso. Se dolió en banderillas. Sergio volvió a encajarse de riñones y a atornillar sus talones en la arena. Con su pureza logró excelentes muletazos (a cuentagotas) por ambos pitones. No estuvo exento de ciertos recursos, como ese echarse la muleta al hombro (a lo Ferrera); el tres en uno; la “palomita”, que es ese pase que creó Ponce y que ahora a su creador le traerá malos recuerdos, (le puso ese nombre en honor a Paloma Cuevas) y por supuesto, remates toreros: pases del desdén, de la firma… Aunque los mejores remates son los extraordinarios pases de pecho que da con la mano izquierda a la hombrera contraria (muy en la línea de Emilio de Justo o Téllez en esta forma de ejecutarlos). Falló con la espada y perdió el triunfo. En Las Ventas va a gustar mucho cuando se presente en San Isidro, aunque aún le queda mucho rodaje.

Plaza de toros de La Candelaria (casi dos tercios de entrada): novillos de Conde de Mayalde, bien presentados y de gran juego. Se pidió con insistencia la vuelta al ruedo al quinto.
- Víctor Hernández (de lila y oro): palmas y oreja.
- García Pulido (de blanco y plata): oreja y dos orejas.
- Sergio Rodríguez (de sangre de toro y oro): oreja y ovación.

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