No puntuó, pero el vallisoletano Mario Navas mostró sus credenciales en la primera plaza del mundo. Con un toreo clásico y puro, sobre todo al natural, ha destacado en la novillada inaugural de esta temporada venteña, que estuvo muy condicionada por el viento. Alarcón se llevó el mejor lote y dos volteretas, mientras que Yon Lamothé no dijo nada con una mal presentada novillada de Fuente Ymbro.
El tercero se quedaba corto, pero un inteligente inicio de faena de Mario Navas por bajo, alargando la embestida, facilitó las cosas. No obstante, en las series con la derecha no había logrado transmitir al tendido. Fue echarse la muleta a la izquierda y la cosa cambió radicalmente. Citó de frente y vertical, vaciando las embestidas detrás de la cadera. Muy puro. Se le pidió una oreja que, cabalmente, el presidente no concedió y dio una vuelta al ruedo que se protestó.
De igual forma empezó su faena al sexto, mas esta vez tardó mucho en ponerse al natural. Dejó un molinete con cierta gracia y estuvo torero para salir de la cara del novillo. Hay que volver a verle.
Álvaro Alarcón se la jugó de verdad con el gran segundo. Fue un novillo encastado, que no pudimos disfrutar del todo por culpa del vendaval. Derribó a Israel de Pedro, que no tuvo una lucida actuación.
Álvaro se mostró firme a pesar de la meteorología, siempre con la muleta montada sobre la derecha para ligar las tandas. Cuando cogió la izquierda se vio que era imposible. El novillo le enganchó la franela varias veces y se orientó. Como Alarcón se quedaba al descubierto por el viento el novillo hacia por él. Le cazó en la suerte suprema, sufriendo un volteretón. Tras unos instantes de dudas, volvió para dejar una hábil estocada alargando el brazo y saliéndose de la suerte. Algunos no lo entendieron y lo protestaron, pero si no hubiese hecho eso, habría vuelto a ser cogido.
El quinto era una raspa. Lavado de cara y muy escurrido. Impresentable para Madrid en una novillada picada. Levantó las lógicas protestas del respetable, que se acallaron cuando Alarcón bordó varias verónicas al ralentí. Después volvieron las protestas al grito de «toro, toro» y esas palmas de tango tan propias de Madrid, que ya se echaban de menos tras acudir a algunas plazas donde todo vale (caso de Illescas).
El inicio de faena del aún novillero (toma la alternativa el primer día de la Feria de San Isidro) fue cumbre: vertical, pero todo por bajo en forma de trincherillas y pases de la firma. Sin embargo, no logró mantener ese nivel. Las series con la derecha fueron excesivamente cortas. Al natural, la faena volvió a tomar vuelo. Fue una faena desigual, sin terminar de cuajar al novillo, lo que hace pensar que, a pesar de su buena actitud y aptitud, está aún un poco verde para tomar la alternativa, más cuando es en Las Ventas y con El Juli y Roca Rey.
El primer novillo del año en esta plaza cogió a Álvaro Alarcón sin consecuencias en el quite de este por gaoneras, debido al viento y a la tendencia del de Ricardo Gallardo a acostarse hacia dentro.
Lamothé estuvo seguro, pero frío. Tampoco estuvo muy acertado con la elección de los terrenos, ya que en esa zona (además de soplar el viento) la plaza parecía la playa. Nunca había visto tal cantidad de arena en el ruedo venteño. Al final, va a haber que darle la razón a Morante en esa pugna con Abellán.
Con el cuarto, el francés estuvo soporífero y escuchó protestas para que se fuese a por la espada, que eso sí, sí que le funciona.
Plaza de toros de Las Ventas (8764 espectadores): novillos de Fuente Ymbro, algunos mal presentados, en especial, el quinto. Tuvo calidad ese novillo y casta el segundo. El peor fue el parado cuarto.
– Yon Lamothé: silencio en su lote.
– Álvaro Alarcón: silencio tras aviso en ambos.
– Mario Navas: vuelta al ruedo con protestas y ovación tras aviso.
Este festejo se retransmitió por Plaza Toros como prueba de MundotoroTV (OneToro) por parte de David Casas y Domingo Delgado de la Cámara
Crítica taurina 
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