Renovado. Sin ataduras. Libre. Hoy Manuel Perera volvió a ser Manuel Perera. Ese torero que quizás no se veía desde su etapa sin caballos. Como novillero con caballos estuvo altamente influenciado por su entonces apoderado, Juan José Padilla, con el que no acabó nada bien, tal y como contaba a Zabala de La Serna en una magnífica entrevista.
Su primer toro fue un toro fino y astifino de Guerrero y Carpintero que cojeaba de la mano derecha, tal y como se aprecia en la fotografía.
Asomó, como no podía ser de otra forma, el pañuelo verde, por lo que tuvo que torear dos santacolomas de Flor de Jara.
Con el sobrero, bien hecho y en el tipo del encaste, Perera esculpió despaciosos naturales. De nota. Solo por esas dos excelsas series, debe pasar sí o sí a las semifinales. Después, la faena se diluyó con la mano derecha (¿por qué no siguió al natural?) antes de pinchar en repetidas ocasiones y perder la oreja. Dio una vuelta al ruedo que le sirve para reivindicarse.
El sexto fue un animal negro de Flor de Jara que se rajó nada más comenzó el torero su faena de muleta. En terreno de tablas, Manuel le plantó batalla. Realizó varios desplantes para calentar al personal y, esta vez sí, mató bien. Cortó una orejita.
El primero fue un toro precioso de Flor de Jara. Bajo. Armónico. Cárdeno claro. Sin embargo, le faltó un poco de todo: fuerza, bravura, recorrido, humillación… aunque por el pitón izquierdo iba mejor y Mario Palacios tardó mucho en verlo. A destacar un gran par de banderillas de Juan Carlos Rey esperando mucho al toro, dándole todas las ventajas.
A portagayola recibió Palacios al cuarto, un torazo de Guerrero y Carpintero. El colorado era bajo, pero tremendamente serio, con caja y astifinos pitones. Cortó una voltereta por la cogida que sufrió, de pronóstico menos grave. La realidad es que Palacios transmitió más bien poco.
Menos aún transmitió Daniel Menés. No tuvo su tarde y acusó la falta de rodaje, ya no solo en contratos, sino incluso en el campo. Empezó fuerte con un quite por faroles invertidos, pero ahí se acabó su actuación. Muchos enganchones, pases despegado y sainetes con la espada.
Plaza de toros de Navas del Rey (más de tres cuartos de entrada): cuatro toros de Flor de Jara (primero, segundo, tercero bis y sexto) bien hechos y bonitos, pero a los que les faltó bravura y motor. Destacaron los pitones izquierdos del primero y del sobrero. Muy rajado el sexto. Dos toros de Guerrero y Carpintero (ya que se devolvió al tercero), tremendamente serios, pero con buenas hechuras. El quinto fue el de más opciones.
- Mario Palacios (de espuma de mar y oro): vuelta al ruedo y oreja.
- Daniel Menés (de Chenel y oro): silencio y silencio tras aviso.
- Manuel Perera (de espuma de mar y oro): vuelta al ruedo y oreja.
*Durante las faenas cantaron flamenco con música, micrófonos y altavoz. Lamentable.
Crítica taurina 
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