Otra vez Ibán. No falla la divisa madrileña. Quizás, la más encastada de la actualidad. También la que más regularidad tiene junto con Victoriano del Río. Hoy echó dos toros de nota (de tres). Y el tercero de esta ganadería (sexto de la tarde) nos quedamos con la incógnita porque Rafa Serna no lo quiso ni ver.
Su cuadrilla le dio una mala lidia y Serna, nervioso (hasta se le cayó la ayuda), no fue capaz de pegarle un pase en condiciones. En declaraciones posteriores justificaba su actuación por un supuesto problema de vista del toro que solo vio él. Claro, que él es el que se pone delante y quizás lleve la razón. En la plaza la sensación que quedó es que el toro tenía casta y Serna no supo meterle mano, ni siquiera a la hora de matar, ya que su estocada hizo guardia.

El tercero de la tarde fue un toro prototípico de Cuadri en cuanto a morfología. Acapachado y con poca longitud de pitones (no como los de hace unos días en Las Ventas); con mucha caja. Badanudo. Serna echó la pierna adelante pero no transmitió. A pesar de algún detalle artístico, es un torero muy frío. Pegó además un sainete con la espada.

Claramente el pase a la siguiente ronda estará entre Juan de Castilla y Borja Jiménez. Con más papeletas veo al colombiano, que cortó una oreja y dio una vuelta al ruedo. En primer lugar lidió un toro de Baltasar Ibán que pronto mostró su gran humillación, casi haciendo el avión por el pitón izquierdo. Una mala lidia y un puyazo trasero pudo empeorar su condición, mas en ese pitón izquierdo siguió mostrando mucha clase. Lo aprovechó Juan en una serie y media de naturales largos, sin toques y muy templados. También dejó algún pase suelto casi al ralentí con la derecha, pero lo mejor fueron los naturales. También tuvo mérito las bernardinas finales con un toro que, aunque enclasado, también fue encastado. Hizo la suerte suprema despacio, pero pegó un salto y se le fue el brazo, por lo que la estocada hizo algo de guardia.

Se devolvió su toro de Cuadri, que se cayó al salir al ruedo y después se puso a pegar brincos. Quizás por alguna lesión o descoordinación. O tal vez simplemente era un calambre, ya que cuando salieron los cabestros galopó a por ellos, lo que hace pensar que el presidente se precipitó al cambiarlo.

Salió en su lugar un toro más fino de Cuadri, pero con una mirada que denotaba la ganadería de la que era tras el lío que tuvieron con el sobrero. El primer sobrero era el de Ibán y pusieron su nombre en la tablilla, pero rápido la cambiaron al de Cuadri, como es lógico.

Este toro también tuvo reacciones muy extrañas. Hizo un zigzag y, poco después, cerca anduvo de arrollar a un banderillero. Quizás este toro era el que de verdad veía mal y no el de Ibán que hizo sexto. Juan de Castilla estuvo inteligente con él. Si el toro se quedaba corto, lo solventaba con un martinete. Está fresco de mente. Esta vez sí se tiró bien derecho y se le pidió una oreja que, con acierto, el presidente no otorgó.
Borja Jiménez (al igual que Serna) toreaba hoy en la Copa Chenel y mañana la corrida de los seis sevillanos en La Maestranza. Bajo la atenta mirada de su padrino Espartaco y con las horribles voces de su apoderado Julián Guerra, plantó cara a un Cuadri altísimo, con mucha caja y que iba con la cara por las nubes. Muy distraído. Borja tiró de valor, pero se pasó de faena. Lo mejor fue un trincherazo y un pase de la firma en el prólogo de la faena.

“Provechoso” fue su toro de Baltasar Ibán, reata importante en la casa. En la Copa Chenel lo saben bien, ya que a otro torero sevillano (Lama de Góngora) le salió uno tan bueno o mejor que este en la primera edición (https://criticataurina.com/2021/09/04/lama-de-gongora-no-saca-provecho/) .
Se le hizo un boquete criminal en el tercio de varas. A pesar de que el toro se iba desangrando (como se ve en la foto), no abrió la boca ni se cansó de embestir. ¡Qué casta y qué bravura!

No sé si la puya “de Morante” y compañía que probaron hace poco en Alba de Tormes es la solución o no, pero no es normal lo que pegan a este tipo de corridas consideradas duras.
Borja hizo un gran quite de garbosas chicuelinas y, con la muleta, tuvo una serie de naturales sensacional. Con empaque y hondura. Sin embargo, le pudo el ansia y tras esa serie se aceleró. Volvió a estar más firme al final de la desigual faena. Cortó una oreja y al toro se le dio la vuelta al ruedo en el arrastre.
Plaza de toros de San Agustín de Guadalix (dos tercios de plaza): toros de Cuadri (serios, con muchos kilos y en el tipo de la casa; se vinieron a menos muy rápido) y Baltasar Ibán (finos y bien presentados; con mucha casta y bravura). Se aplaudió en el arrastre al segundo y se dio la vuelta al ruedo al cuarto, “Provechoso” (ambos de Ibán).
- Borja Jiménez (de blanco y oro): ovación tras aviso y oreja.
- Juan de Castilla (de catafalco y plata): oreja y vuelta al ruedo.
- Rafael Serna (de purísima y oro): silencio en su lote.

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