Al fin llegaba la Feria de Otoño más esperada, la que se realizó mediante sorteo, la que ha vendido más abonos que la Feria de San Isidro… todo para que llegue un presidente llamado Justo Polo (que de justo tiene poco) y nos prive de ver la mitad de la tarde de Talavante; una pena. Justo mantuvo en el ruedo a un toro inválido de Cortés, sin fuerzas, como lo sería el quinto, y en esta ocasión, aunque le costó, si sacó el pañuelo verde ahorrándose otra bronca monumental de los aficionados, que le tocamos las palmas de tango y le gritamos eso de «fuera del palco» que lamentablemente se está teniendo que escuchar demasiado este año.
El sexto además dio síntomas de descoordinación, y por momentos, parecía que el tercero también lo podía estar ligeramente. En definitiva, otro petardo de Victoriano del Río y Cortés, que ha lidiado veinte toros este año y solo ha echado cuatro potables (el sexto de la corrida de la Cultura, el de la oreja de Roca Rey y los dos primeros de hoy), que ojo, no es lo mismo que buenos, porque buenos no han sido ninguno, pero han caído en buenas manos. Además, tampoco han venido demasiado bien presentados y en otras plazas importantes como Sevilla, Bilbao o Pamplona tampoco han dado la talla. Por ello, el próximo año deberían venir una sola a tarde a Madrid.
Pablo Aguado fue el que mejor estuvo esta tarde. Confirmó alternativa sin apenas haber toreado en este año que lleva ya de alternativa, y no se cómo habrá adquirido ese poso sin torear, pero está mejor que de novillero, y eso que de novillero ya mostraba su buen concepto, pero al toro lo entiende mejor. Realizó una faena ligada al primero y rivalizó en quites con Talavante.
Primero por chicuelinas, replicó Alejandro por gaoneras, con su estética personal, pero en todas le tocó el toro la capa y ahí ya se vio que no sería su tarde, porque este torero es transparente de verdad. Le respondió Aguado con unos ceñidos delantales y entró de lleno en la tarde, calando en el público.
Hasta el sexto pasaron muchas cosas, pero no cómo se esperaban. En ese toro el sevillano estuvo artista, con pellizco en los remates de las series, lo que le valió una oreja de no demasiado peso, pero que sí deja buenas sensaciones y muchas ganas de volverle a ver, que eso me parece lo más importante.
A Talavante, Madrid lo espera siempre, y como triunfador del pasado ciclo de San Isidro (sumado al gesto de apuntarse al bombo siendo la única figura consagrada en hacerlo, y encima por partida doble), lo sacó el público a saludar una calurosa ovación de bienvenida que hacía presagiar una tarde grande, pero a pesar de no estar mal con su primero, tampoco logró una labor redonda el torero a las que ya nos tiene malacostumbrados. Toreó con mucha personalidad, con esas muñecas que valen oro, pero al hilo del pitón, y eso en Madrid se censura. Por eso, mientras los aficionados se lo recriminaron, el público se puso en pie a aplaudir su arrimón final, lo que menos tiene que ver con el toreo en mi opinión, pero cada uno tiene sus gustos. El caso es que aunque fuesen fuera de sitio, le sacó Alejandro unos naturales a pies juntos de nota.
Con el cuarto, se pasó de faena, ya que el toro al estar cojo, era casi para salir con la espada de matar, pero alargó un trasteo sin sentido alguno.
Fortes fue el que menos suerte tuvo en el sorteo, porque en la voltereta sí tuvo bastante para todo lo que podía haber sido. El quinto bis (un sobrero de Mayalde) le prendió al entrar a matar, haciendo por él cuando ya estaba en el suelo, volviéndolo a levantar por la taleguilla, cogiéndolo por el pecho sin consecuencias milagrosamente y soltándole un feo derrote al cuello de nuevo en el suelo, que a todos nos hizo temer lo peor y nos recordó a otros percances ya sufridos por este torero. Pasó a la enfermería sin cornada, pero sí con una fractura de peroné.
Antes había toreado muy ceñido, sobre todo con el capote, con esa pureza habitual en él, pero sin poder dar su mejor versión por los toros que le tocaron.
Esperemos que el domingo salga algún toro parecido a Cuba del Puerto de San Lorenzo y la tarde vaya mejor que la de hoy.
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