Poco después de terminar la tarde de la emocionante despedida del «pirata» Juan José Padilla en Pamplona, que hoy fue más pirata que nunca, con su clásico parche y un pañuelo negro en la cabeza para tapar su espeluznante cornada de Arévalo, y una plaza llena de peñas con banderas piratas para apoyarle (tarde en la que Roca Rey dio una gran dimensión), empezaba la segunda de las novilladas nocturnas del verano venteño.
Los novillos de Montealto, justos de presentación para esta plaza, no humillaron en ningún momento, siendo solo potables los dos primeros, que por cierto, se les fueron a los novilleros con las orejas puestas.
Otros dos fueron inválidos, con los que Florito tuvo que sacar a los cabestros, recibiendo las ovaciones más grandes de la tarde-noche, ante un público plagado de turistas y gente poco asidua por la plaza. Sin embargo, Madrid no es Pamplona, y siempre hay algún aficionado que trata de mantener el rigor de la primera plaza del mundo. Aquí se ven los bajonazos, se ve cuando el toreo es hacia los adentros o despidiendo la embestida hacia fuera, y se cuestionan las orejas, que eso sí, el público general pide como si hubiesen visto algo de «lío gordo». No obstante, ha habido orejas mucho más discutibles que la cortada en el día de hoy por Rafael González, que otra vez más, puntúa y deja detalles toreros.
Su primero se le fue. Lo toreo bonito pero despegado, dejando la sensación de que de ahí se podía sacar más. En su favor hay que decir (además de su estética y gusto con el capote) que intentó templar, pero está todavía verde y el astado le tocó mucho las telas. En su segundo hubo menos toreo por las opciones del novillo, pero una voltereta y una gran estocada provocaron que cortase la única oreja de una mala y larga noche.
Lagartijo dejó destellos de arte, pero sus faenas fueron muy intermitentes y se acabó pasando de faena en ambos novillos, lo cual, es un defecto menor tratándose de novilleros que ansían torear en estas plazas. Con la espada tiene muchísimo que mejorar.
Por último, el francés Dorian Cantón resultó inédito, pasando sin decir nada con un toreo lineal y monótono. A Madrid hay que venir preparado y este, ha pasado a ser novillero con caballos este mismo año.
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