Domingo López Chaves nació el 1 de agosto de 1977 en Ledesma (Salamanca).
Tomó la alternativa con una corrida del Capea el 15 de septiembre de 1998 en Salamanca.
Joselito fue el padrino y Enrique Ponce el testigo.
Confirmó en Las Ventas el 27 de julio de 2003 con toros de Jaral de la Mira, en un cartel con Alberto Álvarez y Rafaelillo, que también confirmaba.
Tras unos años en los que sí que entra en las ferias, sufre un gran parón en su carrera, viéndose obligado a quedarse en el banquillo.
Cuando parecía que ya era un torero casi retirado, Francia le rescata (como a tantos otros).
En las plazas donde sale un toro íntegro y de ganaderías duras, como Vic, demuestra que no ha dicho su última palabra.
Se le da la oportunidad en la concurso de Zaragoza y la aprovecha. Por ello, entra en la corrida de Cuadri en Madrid, dejando buenas sensaciones.
En Bilbao se anuncia con la de Miura y en la Feria de Otoño con la de Adolfo. Todo esto el año pasado.
No solo es el mérito que tiene anunciarse con esas ganaderías, sino cómo las torea. Cuando le sale el toro duro, sabe solventar la papeleta, pero a la mínima que puede, trata de torear de verdad.
Ahora es un torero mucho más maduro que en sus comienzos. Torea con más suavidad y más encajado de riñones. Ahora disfruta toreando.
Por ejemplo, en Otoño le tocó un toro de Adolfo con clase, pero muy justo de fuerzas, y trató de torearlo con muchísimo tacto, con la yema de los dedos.
Sin duda, es uno de los mejores lidiadores del momento. Entiende a los toros a la perfección y los lleva al caballo con una gran facilidad. Además, trata de lucirlos en las plazas en las que gusta el tercio de varas.
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