DECEPCIONANTE NOVILLADA CONCURSO

Muy decepcionante resultó la novillada concurso de Las Ventas de este domingo. Tan solo el novillo de Montealto apuntó buena condición, pero se desfondó rápido. El sobrero de Rekagorri fue el que más opciones brindó en la muleta sin ser un novillo bueno.

Ambos cayeron en lote de Fernando Plaza, novillero con muy buenas formas y que gusta en Madrid.
El de Montealto, acapachado y con caja, se arrancó presto al caballo. A pesar de tomar tres varas, no le pusieron una bien. El novillo pudo acusar esos tres puyazos, ya que se apagó muy pronto. Aguantaba un par de muletazos por serie, pero en el tercero o cuarto ya cortaba el viaje.
Plaza mostró sus buenas formas, al igual que con el de Rekagorri, aunque no terminó de acoplarse.
Siempre trató de rematar los muletazos detrás de la cadera, mas fue incapaz de ligar. El novillo se le coló en varias ocasiones. Dejó una buena estocada.

Alejandro Adame demostró que tiene un mejor concepto del toreo que sus hermanos. No obstante, por llevar ese apellido (Adame) se le midió más. Tampoco ayudó la vuelta al ruedo que se pegó por su propia cuenta en el segundo tras una leve petición. En cualquier caso, es cierto que Alejandro había dejado buenos muletazos con ese novillo, en especial por bajo, al final de la faena, como un gran trincherazo.
La estocada se le fue abajo.

Estuvo peor con los aceros con el de Quintas, el de mayor peso de la novillada, aunque no lo aparentaba. El berrendo aparejado era terciadito y nunca se movió. Le costaba un mundo embestir y cuando lo hacía era a arreones. Nada fácil para Adame, que se justificó y sufrió un susto. Debió abreviar antes.
Tras un bajonazo delantero, estuvo francamente mal con el descabello y fue abroncado.

Rubén Fernández pasó con más pena que gloria por Madrid, aunque indiferencia es lo que más generó.
El atanasio de Los Bayones, muy en el tipo del encaste, soltó gañafones desde el primer capotazo. No fue a mejor durante la lidia y se pidió que se devolviese, pero se cambió el tercio y no el novillo. Rubén Fernández debió matarlo antes. Fue desarmado hasta en tres ocasiones.


El de Toros de Brazuelas, muy astifino, primero le rompió la taleguilla en el quite por gaoneras y, después, le echó mano sin consecuencias cuando ya se había pasado de faena, después de pases y más pases. Estuvo pesado.
Lo más rescatable de su actuación fueron sus pases de frente rematando detrás de la cadera, aunque con el novillo ya muy venido a menos.

Plaza de toros de Las Ventas (menos de un cuarto de plaza): novillos de Los Bayones (tirando derrotes continuamente y sin fuerza), Alejandro Vázquez (reservón), Montealto (se arrancó al caballo de largo, pero fue a menos), Toros de Brazuelas (sin transmisión), Quintas (parado y sin embroque), Pablo Mayoral (sin fuerza: devuelto) y el sobrero de Rekagorri (con más movilidad que clase).

Rubén Fernández (de verde hoja y oro): silencio y silencio tras dos avisos.
Alejandro Adame (de lila y oro): vuelta al ruedo con protestas y bronca tras aviso.
Fernando Plaza (de nazareno y oro): silencio en ambos.

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