UN GRAN TORO DE CONDE DE MAYALDE EN UNA VILLASECA HASTA LA BANDERA POR UNA BUENA CAUSA

Villaseca de La Sagra colgó el cartel de “No hay billetes” para la corrida benéfica celebrada en este 4 de marzo. 42.500 euros se recaudaron para la lucha contra el cáncer infantil en la corrida de Conde de Mayalde, que fue dispar de juego, yendo de menos a más, pero estuvo muy bien presentada. Íntegra. Aquí no hay “bolitas”.

Abrió plaza, cómo no, “Chorlito” (la mayoría de toros en la ganadería de Rafael Finat tienen este nombre). El toro tenía muchos kilos y era algo acarnerado. Se movió de un lado a otro de la pequeña plaza de La Sagra y no se empleó en el caballo, mostrando su mansedumbre. Tampoco andaba sobrado de fuerzas. Sin embargo, un inteligente Álvaro Lorenzo le supo dar una adecuada media altura para poder sujetarle. No obstante, el pitón bueno del toro era el izquierdo y Lorenzo tardó en verlo, mas cuando lo hizo dejó una gran serie de naturales muy despacito. Quiso repetirlo en la siguiente, ya obligando al toro a ir muy por abajo y este, al sentirse podido, cantó la gallina. Se fue a tablas y Álvaro Lorenzo marró con la espada perdiendo la oreja.

Estuvo peor el toledano con el cuarto, pues fue un animal de mejor condición. Otro toro con caja. Salió dispuesto a recibirlo directamente a la verónica. También empezó muy bien con la franela, por bajo, sometiendo al de Mayalde. Después, la faena fue correcta, pero también fría. Este torero peca de falta de transmisión (aunque cortó una orejita).

La transmisión es, precisamente, la gran cualidad de Isaac Fonseca y la consigue a través del valor. De jugarse la vida. Al mexicano le falta arte, pero su actitud es irreprochable cada vez que hace el paseíllo. A ambos toros los recibió de rodillas con la larga cambiada (al toro de la jota con tres, no con una). El tercer toro era más bajo y tenía muchos pies. Fonseca lo citó en los medios para empezar su labor muleteril con el péndulo. Le cambió el viaje hacia la espalda en el último instante y se escuchó el “uy” generalizado en el tendido. Hubo una buena serie de derechazos y un cambio de mano antes de dejarse llegar los pitones a los muslos con la mano izquierda. Tragó mucho, aunque acortó las distancias demasiado pronto. No obstante, no se puso pesado y tuvo gran sentido de la medida. Falló con la espada y se cogió un buen rebote, aunque aun así cortó la oreja.

Se le vio cogido en el quite por saltilleras al sexto cuando se le coló el toro en el embroque. No pasó a mayores y siguió por el mismo palo. Explosivo fue el inicio de rodillas toreando en redondo totalmente desmayado y combinado con un cambiado por la espalda también de hinojos, sin apenas hueco. Isaac pinchó y perdió la Puerta Grande, pero volvió a conectar con Villaseca como el día en que se llevó el Alfarero de Oro y dejó ganas de volverle a ver, aunque debe mejorar en el toreo fundamental; pero nunca deja indiferente a nadie y quiere ser figura a toda costa.

Ángel Téllez fue el único que pudo salir a hombros tras una intermitente faena con un buen toro de Conde de Mayalde (“Chorlito”, para variar), premiado con la vuelta al ruedo. Fue un animal astifino, que derribó al caballo y, a pesar de la pésima lidia que le dieron, siempre mostró su bravura. Ni siquiera abrió la boca hasta la suerte suprema. Por cierto, que tuvo una muerte de bravo, a pesar del estoconazo que le pegó Téllez. Fonseca decidió tirar esta vez más por lo clásico y quitó a la verónica, rematando después, eso sí, con una media que se convirtió en chicuelina y soltando después el capote con una mano mirando al tendido. Replicó Ángel Téllez a la verónica, imprimiendo mucho temple a una por el pitón izquierdo, al igual que en la larga por ese mismo pitón. Al comienzo de la faena perdió pie y se libró del percance. La faena de Ángel, como decíamos, tuvo altibajos. Empezó muy bien con la derecha, siempre vertical y en torero. También hubo un pase de pecho a la hombrera contraria marca de la casa. La primera serie al natural tuvo hondura, pero en la siguiente faltó acople. No obstante, cuando cambió a la espada de verdad dejó otra gran serie de naturales de perfil a pies juntos (final de faena que realiza a la perfección) y rematando detrás de la cadera, por lo que dejó el pabellón de nuevo en lo alto. Por eso, y la gran estocada, cortó dos generosas orejas.

Con el feo segundo no pudo hacer nada. Fue un animal totalmente parado, impropio de esta gran ganadería. Lo único reprochable fue que no se fuese antes a por la espada.

Plaza de toros de La Sagra, Villaseca (lleno de “No hay Billetes”). Corrida benéfica y conmemoración del décimo aniversario de la inauguración de la plaza. Toros de Conde de Mayalde, serios y en puntas. Mejor presentados los últimos, con mejores hechuras, y también de mejor juego (a partir del tercero). Destacó el quinto, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

  • Álvaro Lorenzo (de grana y oro con cabos blancos): silencio tras aviso y oreja.
  • Ángel Téllez (de blanco y oro): silencio y dos orejas.
  • Isaac Fonseca (de sangre de toro y oro): oreja y ovación tras aviso.

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